Por eso, cuando mandaron por mí, vine sin dudar. Ahora permítanme preguntarles: ¿para qué me hicieron venir?
Hechos 16:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Después de que Pablo tuvo la visión, en seguida nos preparamos para salir hacia Macedonia. Estábamos convencidos de que Dios nos había llamado a anunciar la buena noticia a los macedonios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces decidimos salir de inmediato hacia Macedonia, después de haber llegado a la conclusión de que Dios nos llamaba a predicar la Buena Noticia allí. Biblia Católica (Latinoamericana) Al despertar nos contó la visión y comprendimos que el Señor nos llamaba para evangelizar a Macedonia. La Biblia Textual 3a Edicion Tan pronto como tuvo la visión, enseguida procuramos partir para Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para proclamarles el evangelio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En cuanto vio la visión, tratamos de salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos había llamado a evangelizarlos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando él vio la visión, inmediatamente procuramos ir a Macedonia, dando por cierto que el Señor nos llamaba para que les predicásemos el evangelio. |
Por eso, cuando mandaron por mí, vine sin dudar. Ahora permítanme preguntarles: ¿para qué me hicieron venir?
Durante la noche, Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos».
A eso del mediodía, oh rey, mientras iba por el camino, vi una luz del cielo. Era más brillante que el sol y su resplandor nos envolvió a mí y a mis acompañantes.
Decidieron enviarnos a Italia por barco. Pablo y algunos otros presos fueron entregados a un capitán del ejército romano llamado Julio, que pertenecía al batallón imperial.
Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión. ―¡Ananías! ―Aquí estoy, Señor.