Por fin se dio cuenta de lo que había hecho, y se dijo: “¡Cuántos obreros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre!
Hechos 12:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces Pedro comprendió todo y se dijo: «Ahora estoy completamente seguro de que el Señor ha enviado a su ángel. Él me ha liberado del poder de Herodes y de todo lo que el pueblo judío quería hacerme». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Biblia Nueva Traducción Viviente Finalmente Pedro volvió en sí. «¡De veras es cierto! —dijo—. ¡El Señor envió a su ángel y me salvó de Herodes y de lo que los líderes judíos tenían pensado hacerme!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Pedro volvió en sí y dijo: 'Ahora no cabe duda: el Señor ha enviado a su ángel para rescatarme de las manos de Herodes y de todo lo que proyectaban los judíos contra mí. La Biblia Textual 3a Edicion Y Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo de verdad que el Señor envió su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes, y de toda la expectación del pueblo de los judíos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vuelto en sí Pedro, dijo: 'Ahora realmente caigo en la cuenta de que ha enviado el Señor su ángel y me ha librado de la mano de Herodes y de toda la expectación del pueblo judío'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo en verdad que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. |
Por fin se dio cuenta de lo que había hecho, y se dijo: “¡Cuántos obreros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre!
De repente apareció un ángel del Señor y una luz resplandeció en la celda. Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: «¡Date prisa, levántate!». Las cadenas cayeron de las manos de Pedro.
Luego de dos años, Félix dejó su cargo, y Porcio Festo fue nombrado nuevo gobernador. Pero, como Félix quería agradar a los judíos, dejó preso a Pablo.
Pero Festo, queriendo quedar bien con los judíos, le preguntó: ―¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén para ser juzgado allí ante mí?
Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó.
Pues todos los ángeles son solo espíritus que sirven a Dios. Él los envía para ayudar a los que han de ser salvos.
Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la tentación a los que viven como Dios quiere. Pero también sabe castigar a los malvados, y lo hará cuando llegue el día del juicio.