―Entonces, ¿cómo es que David, hablando por el Espíritu, lo llama “Señor”? Él afirma:
Hebreos 4:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Por eso, Dios volvió a fijar un día, que es «hoy». Y lo dice por medio de David, mucho tiempo después, como ha sido ya citado: «Si ustedes oyen hoy su voz, no sean tercos». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo es hoy. Lo anunció mucho más tarde por medio de David en las palabras que ya se han citado: «Cuando oigan hoy su voz no endurezcan el corazón». Biblia Católica (Latinoamericana) Por esta razón, mucho más tarde, Dios fija nuevamente un día que llama hoy, diciendo por boca de David lo que se recordó más arriba: Ojalá hoy escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón. La Biblia Textual 3a Edicion de nuevo fija un día: Hoy, diciendo por medio de David, después de tanto tiempo, como queda dicho antes: Hoy, si oís su voz, No endurezcáis vuestros corazones°. Biblia Serafín de Ausejo 1975 vuelve a fijar un día determinado - hoy -, diciendo por boca de David, después de tanto tiempo, conforme a lo ya citado: Sii escucháis hoy su voz no endurezcáis vuestros corazones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) otra vez determina un cierto día, diciendo por medio de David: Hoy, después de tanto tiempo; como está dicho: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. |
―Entonces, ¿cómo es que David, hablando por el Espíritu, lo llama “Señor”? Él afirma:
David mismo, hablando por el Espíritu Santo, declaró: »“Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’ ”.
David mismo declara en el libro de los Salmos: »“Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha,
»Amigos israelitas, permítanme hablarles con franqueza: Nuestro antepasado David murió y fue enterrado. Su tumba está entre nosotros hasta el día de hoy.
Fue así como David supo lo que iba a suceder. Supo que el Cristo resucitaría, porque Dios no dejaría que su vida terminara en la tumba, ni que su cuerpo sufriera descomposición.
No pudieron ponerse de acuerdo entre ellos. Y, cuando comenzaron a marcharse, Pablo solo dijo lo siguiente: «El Espíritu Santo tenía razón cuando les habló a sus antepasados. Por medio del profeta Isaías, les dijo:
Como se acaba de decir: «Si ustedes oyen hoy su voz, no sean tercos como sucedió cuando los israelitas desobedecieron».