Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Gálatas 2:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »Ahora bien, hemos dicho que, al creer en Cristo, Dios nos acepta como justos. Y, si al creer eso algunos nos consideran pecadores, eso no quiere decir que Cristo nos invita a pecar. ¡De ninguna manera! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero supongamos que intentamos ser declarados justos ante Dios por medio de la fe en Cristo y luego se nos declara culpables por haber abandonado la ley. ¿Acaso esto quiere decir que Cristo nos ha llevado al pecado? ¡Por supuesto que no! Biblia Católica (Latinoamericana) Escogimos esta rectitud verdadera, propia de Cristo, y ¿estaríamos ahora en pecado? Entonces Cristo tendría parte en el pecado. ¡Esto no puede ser! La Biblia Textual 3a Edicion Y si buscando ser declarados justos en el Mesías, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso el Mesías ministro de pecado? ¡En ninguna manera! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si procurando ser justificados en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿será que Cristo es servidor del pecado? ¡Ni pensarlo! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? ¡En ninguna manera! |
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Volverá, acabará con esos labradores y dará el viñedo a otros». Al oír esto, la gente dijo: ―¡Dios no lo quiera!
¿A qué conclusión llegamos? Pues que Israel no consiguió lo que tanto deseaba, pero sí lo consiguieron los elegidos. Los demás fueron muy tercos,
Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar que Dios es fiel y así confirmar las promesas hechas a los antepasados.
¡De ninguna manera! Dios siempre dice la verdad aunque el hombre sea mentiroso. Así dicen las Escrituras: «Todos saben que siempre dices la verdad, por eso ganas en todo juicio».
Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le reclamé su comportamiento y le dije que hacía mal.
»Nosotros somos judíos de nacimiento y no “pecadores” que no creen en Dios.
Si esto es así, ¿estará la Ley en contra de las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se nos hubiera dado una ley capaz de dar vida, entonces sí seríamos aceptados por Dios como justos por obedecer la Ley.
Pero yo jamás me sentiré orgulloso de otra cosa que no sea el mensaje de lo que nuestro Señor Jesucristo hizo en la cruz. Pues, gracias a él, la maldad de este mundo ya no me interesa, y yo no le intereso al mundo.
Él es nuestro sacerdote en el santuario, es decir, en el verdadero Templo. Este Templo fue levantado por el Señor y no por ninguna persona de este mundo.
Pero ustedes saben que Jesucristo vino para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.