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Efesios 2:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Ahora todos somos como una sola casa, que Dios ha construido sobre un sólido fundamento. Y ese fundamento es todo lo que los apóstoles y los profetas nos han enseñado. Pero la piedra más importante de ese fundamento es Cristo Jesús.

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Biblia Reina Valera 1960

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

habiendo sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular el mismo Jesús, el Mesías,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

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Otras versiones



Efesios 2:20
20 Referencias Cruzadas  

Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.


Les dijo Jesús: ―¿No han leído nunca en las Escrituras: »“La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra principal. Esto es obra del Señor, y nos deja maravillados”?


En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros. Luego ha puesto los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diferentes lenguas.


En efecto, Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados líderes importantes, reconocieron que Dios, aunque yo no lo merecía, me escogió. Entonces nos dieron la mano a Bernabé y a mí aceptándonos como compañeros. Y acordamos que nosotros iríamos a los no judíos y ellos a los judíos.


Ese plan, que ningún ser humano conoció antes, ahora se lo ha revelado por medio del Espíritu a los santos apóstoles y profetas de Dios.


Tengan una profunda relación con él y sean cada día mejores, confiando siempre en él. Esto fue lo que se les enseñó, así que sean agradecidos.


Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sion la piedra más importante, elegida y preciosa. El que confíe en ella jamás será avergonzado».


La muralla de la ciudad tenía doce cimientos. En estos estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero.