―¡Ah, gente incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.
2 Tesalonicenses 3:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Oren además para que seamos protegidos de gente malvada y cruel, porque no todos tienen fe en Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. Biblia Nueva Traducción Viviente Oren, también, para que seamos rescatados de gente perversa y mala, porque no todos son creyentes. Biblia Católica (Latinoamericana) Que Dios nos libre también de los individuos indeseables y malos, ya que no todos creen. La Biblia Textual 3a Edicion y para que seamos librados de hombres pervertidores y perversos, porque la fe no es de todos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y para que podamos así vernos libres de los hombres malvados y perversos; pues no todos tienen la fe. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y que seamos librados de hombres malos y perversos; porque no es de todos la fe. |
―¡Ah, gente incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.
»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Sin embargo, han descuidado los asuntos más importantes de la Ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello.
Les digo que sí les hará justicia, y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?».
Pero, cuando los judíos vieron a tanta gente, se llenaron de envidia. Entonces comenzaron a maldecir a Pablo y a negar lo que este decía.
Pero los judíos hablaron con mujeres muy distinguidas y favorables al judaísmo. También hablaron con los hombres más importantes de la ciudad, y a todos los convencieron de ir en contra de Pablo y Bernabé. Así lograron echarlos fuera de la región.
Pero los judíos que no creyeron convencieron a los no judíos de ir en contra de los que habían creído.
Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a unos maleantes callejeros. Con ellos organizaron un grupo de alborotadores e hicieron gran escándalo en la ciudad. Asaltaron la casa de Jasón en busca de Pablo y Silas, para que el pueblo los juzgara en público.
Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron la buena noticia. Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?».
Pídanle que me libre de caer en manos de los incrédulos que están en Judea, y que los creyentes de Jerusalén reciban bien la ayuda que les llevo.
En Éfeso me tuve que enfrentar a personas que parecían animales salvajes. Pero, si los muertos no resucitan, ¿qué gané con eso? Si los muertos no resucitan, «¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!».
Sí, deseábamos visitarlos. Yo mismo, Pablo, más de una vez intenté ir. Pero Satanás nos lo ha impedido.
Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se anunciara el mensaje y lo oyeran todos los que no creen en Dios. El Señor me salvó, como quien es librado de la boca de un león.