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1 Timoteo 4:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Ponte a practicar la habilidad que Dios te dio cuando los líderes te pusieron las manos y oraron por ti. Lo hicieron siguiendo órdenes del Espíritu.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No descuides el don espiritual que recibiste de manos de profetas cuando el grupo de los presbíteros te impuso las manos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

No descuides el don que hay en ti, que te fue dado por medio de profecía con imposición de las manos del presbiterio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No dejes de cuidar el don que hay en ti y que, mediante intervención profética, se te confirió con la imposición de las manos del presbiterio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No descuides el don que está en ti, que te fue dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

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Otras versiones



1 Timoteo 4:14
18 Referencias Cruzadas  

Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los líderes por medio de Bernabé y de Saulo.


Así que, después de ayunar, pusieron las manos sobre ellos y oraron para despedirlos.


Cuando Pablo les puso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.


De esto son testigos el sumo sacerdote y todos los líderes del tribunal. Ellos incluso me dieron cartas de autorización para que nuestros amigos judíos de Damasco me ayudaran. Y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los creyentes que encontrara, para que fueran castigados.


Los presentaron a los apóstoles, quienes pusieron sus manos sobre ellos y oraron.


Entonces Pedro y Juan pusieron las manos sobre ellos, y recibieron el Espíritu Santo.


No dejen que el Espíritu se apague en ustedes,


Timoteo, tú eres como un hijo para mí. Todo esto que te pido hacer tiene que ver con las profecías que se dijeron acerca de ti. Toma en cuenta esas palabras y pelea la buena batalla,


Sé cuidadoso en estos asuntos. Dedica todo tu tiempo a eso, de modo que todos puedan ver que estás progresando.


Los líderes que dirigen bien los asuntos de la iglesia deben ser tratados con doble respeto, especialmente los que dedican sus esfuerzos a la predicación y a la enseñanza.


No atiendas ninguna acusación contra un líder si no se presentan dos o tres testigos.


Piénsalo bien antes de apresurarte a nombrar a alguien para servir a Dios, pues podrías hacerte responsable de pecados ajenos. Mantente lejos de toda maldad.


Luchar por mantener la fe es como estar en medio de una batalla. Pelea esa buena batalla. Haz tuya la vida eterna, pues Dios te llamó para dártela. Tú atendiste ese llamado cuando dijiste que confiabas en Cristo delante de muchos testigos.


Por eso te recomiendo que uses con más fuerza esa habilidad que Dios te dio cuando oré poniendo mis manos sobre ti.