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1 Corintios 9:24 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? La vida cristiana es como una carrera, así que, corran, para que tengan su premio.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, pues, de tal modo que lo consigan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo recibe el premio? ¡Corred de tal forma que lo obtengáis!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿No sabéis que los que corren en el estadio todos corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de modo que lo ganéis.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.

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Otras versiones



1 Corintios 9:24
18 Referencias Cruzadas  

Ustedes saben bien que, si alguien decide siempre obedecer a una persona, llegará a ser su esclavo. Así que, somos esclavos o del pecado que lleva a la muerte o de la obediencia por medio de la cual somos declarados justos.


¿No saben que los que sirven en el Templo reciben su alimento del Templo? ¿Y no saben que los que atienden el altar participan de lo que se ofrece en el altar?


Todo esto lo hago por causa del mensaje de la buena noticia, para ser parte de sus frutos.


Así que yo no me esfuerzo inútilmente; yo lucho con el premio en mente.


Fui porque Dios me había mostrado que debía hacerlo. Allí me reuní en privado con los que eran reconocidos como dirigentes. Entonces les expliqué el mensaje de la buena noticia, el cual predico entre los que no son judíos. Quería contarles lo que hacía, para que todo mi esfuerzo no fuera inútil.


Ustedes iban por buen camino. ¿Quién los estorbó para que dejaran de seguir la verdad?


porque siguen confiando firmes en el mensaje que da vida. Así, el día que Cristo vuelva me sentiré orgulloso de que mi trabajo por ustedes no fue inútil.


No estoy diciendo que ya haya conseguido hacer todo eso, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo luchando, con la esperanza de lograrlo, porque Cristo Jesús me salvó para eso.


Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece dar en el cielo por medio de Cristo Jesús.


No se dejen criticar de esos que mienten diciendo que son humildes y adoran ángeles. Dicen que tienen visiones, pero no es verdad. Se sienten orgullosos de su malvada manera de pensar.


¡Estamos rodeados de una gran cantidad de testigos! Nos miran como si estuviéramos en una carrera. Por tanto, eliminemos de nuestra vida el pecado, que es como un peso que nos estorba para correr y se nos enreda en los pies. Corramos sin descanso la carrera que tenemos por delante.


Dichoso el que no deja de creer en medio de las dificultades. Porque, al salir victorioso, recibirá la corona de la vida. Este es el premio que Dios ha prometido a quienes lo aman.


Vengo pronto. Aférrate a la fe que tienes, para que nadie te quite la corona.