Tampoco podrán morir, pues serán como los ángeles. Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección.
1 Corintios 15:54 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando los cuerpos que se mueren y descomponen se transformen en cuerpos que no se descomponen y nunca mueren, entonces se cumplirá lo que dicen las Escrituras: «La muerte ha sido derrotada; de Dios es la victoria». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando nuestro ser corruptible se revista de su forma inalterable y esta vida mortal sea absorbida por la inmortal, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: ¡Qué victoria tan grande! La muerte ha sido devorada. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá° la palabra que ha sido escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando este ser corruptible sea vestido de incorruptibilidad y este ser mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: La victoria se tragó a la muerte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. |
Tampoco podrán morir, pues serán como los ángeles. Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección.
Cambiaron la gloria del Dios eterno por imágenes de hombres que no vivirán para siempre, imágenes de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
A los que hacen el bien para recibir gloria, honor y vivir para siempre, Dios les dará vida eterna.
Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado domine su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos.
Y, si el Espíritu de Dios, que levantó a Cristo de entre los muertos, vive en ustedes, él también les dará vida a sus cuerpos muertos. Lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Pues a nosotros siempre se nos quiere dar muerte por ser seguidores de Jesús. Pero así también la vida que él ofrece se hace visible en nuestro cuerpo que muere.
Ahora vivimos en este cuerpo, suspirando y preocupados, pues no queremos que ese cuerpo sea destruido. Más bien quisiéramos que el cuerpo fuera cambiado por el nuevo. Así el cuerpo no tendría que morir, sino que le sería dada la vida eterna.
Eso sucederá el día en que el Señor venga para recibir la gloria de parte de su pueblo elegido y ser admirado por todos los que hayan creído. Ustedes estarán allí, porque creyeron en el mensaje que les dimos.
La muerte y su reino fueron echados al lago de fuego. Este lago de fuego representa la muerte segunda, que es la separación de Dios para siempre.
Él les secará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto ni lamento ni dolor. Porque las primeras cosas han dejado de existir».