El perezoso codicia y no satisface sus anhelos; el diligente prospera en todo lo que anhela.
Rut 2:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Ella me rogó que la dejara recoger espigas de entre las gavillas, detrás de los segadores. No ha dejado de trabajar desde esta mañana que entró en el campo, hasta ahora que ha venido a descansar un rato en el cobertizo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento. Biblia Nueva Traducción Viviente Esta mañana me pidió permiso para recoger grano detrás de los segadores. Desde que llegó no ha dejado de trabajar con esmero, excepto por unos momentos de descanso en el refugio. Biblia Católica (Latinoamericana) La autoricé para que recogiera las espigas que dejan los segadores, y es lo que ha hecho toda la mañana sin parar. La Biblia Textual 3a Edicion Y ha dicho: Permíteme que rebusque y recoja entre las gavillas, detrás de los segadores. Así pues ha venido, y ahí sigue desde por la mañana hasta ahora, salvo un momento que reposó en casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella me dijo: 'Permíteme espigar fuera de las gavillas tras los segadores'. Llegó y ha estado desde la mañana hasta ahora, sin descansar más que un momento en la cabaña'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas: Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, menos un poco que se detuvo en casa. |
El perezoso codicia y no satisface sus anhelos; el diligente prospera en todo lo que anhela.
¿Has visto a alguien diestro en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un don nadie.
Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.
«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.
Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Y sucedió que Rut, la moabita, dijo a Noemí: —Permíteme ir al campo a recoger las espigas que vaya dejando alguien a quien yo le agrade. —Anda, hija mía —respondió su suegra.
Rut, la moabita, añadió: —Incluso me dijo que me quedara allí junto a sus criados hasta que terminaran de recogerle toda la cosecha.
—Es una joven moabita que volvió de la tierra de Moab con Noemí —le contestó el capataz—.
Entonces Booz dijo a Rut: —Escucha, hija mía. No vayas a recoger espigas a otro campo ni te alejes de aquí. Quédate junto a mis criadas,