Nunca hubo nadie como Acab que, animado por Jezabel su esposa, se prestara para hacer lo malo ante los ojos del Señor.
Juan 8:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 —Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —afirmó Jesús—. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús contestó: —Les digo la verdad, todo el que comete pecado es esclavo del pecado. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les contestó: 'En verdad, en verdad les digo: el que vive en el pecado es esclavo del pecado. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo el que practica el pecado es esclavo del pecado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les contestó: 'De verdad os aseguro: todo el que comete el pecado, es esclavo del pecado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo: Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. |
Nunca hubo nadie como Acab que, animado por Jezabel su esposa, se prestara para hacer lo malo ante los ojos del Señor.
Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.
Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la Ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.
—Te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal ni obedezcan a sus malos deseos.
¿Acaso no saben ustedes que cuando se entregan a alguien para obedecerlo, son esclavos de aquel a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del pecado que lleva a la muerte o de la obediencia que lleva a la justicia.
Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado;
Sabemos, en efecto, que la Ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano y estoy vendido como esclavo al pecado.
¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la Ley de Dios, pero mi carne está sujeta a la ley del pecado.
de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna los aires, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.
En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.
Prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado.