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Juan 14:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y todo lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Otras versiones



Juan 14:13
36 Referencias Cruzadas  

Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.


»Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.


Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración y lo obtendrán.


»Así que yo digo: Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.


«El que cree en mí —clamó Jesús con voz fuerte—, cree no solo en mí, sino en el que me envió.


Cuando Judas hubo salido, Jesús dijo: —Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él.


Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.


—Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre.


Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá.


En aquel día ya no me pedirán nada. Les aseguro que mi Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre.


En aquel día pedirán en mi nombre. Y no digo que voy a rogar por ustedes al Padre,


Pero digo la verdad: les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré.


Jesús contestó: —Si supieras lo que Dios puede dar y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él y él te habría dado agua viva.


pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.


Entonces Jesús afirmó: —Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su Padre hace, porque cualquier cosa que hace el Padre, la hace también el Hijo.


En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!


Por esta razón, el que habla en lenguas pida en oración el don de interpretar lo que diga.


Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.


En él, mediante la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios.


Por esta razón me arrodillo delante del Padre,


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.


Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.


Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.


Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.


Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.


también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.


recibimos todo lo que pedimos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.


Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, él nos oye.