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Juan 11:39 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

—Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó: —Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Corran la piedra a un lado», les dijo Jesús. Entonces Marta, la hermana del muerto, protestó: —Señor, hace cuatro días que murió. Debe haber un olor espantoso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús ordenó: 'Quiten la piedra. Marta, hermana del muerto, le dijo: 'Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús dice: Quitad la piedra. Le dice Marta, la hermana del que había muerto: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dice Jesús: 'Quitad la losa'. Marta, la hermana del difunto, le dice: 'Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

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Otras versiones



Juan 11:39
11 Referencias Cruzadas  

—Entre ustedes yo soy un extranjero, un extraño; no obstante, quiero pedirles que me vendan un sepulcro para enterrar a mi difunta esposa.


Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres y al polvo volverás».


Como ovejas guiadas por la muerte, están destinados al sepulcro. Sus cuerpos se consumirán allí, lejos de sus mansiones suntuosas. Por la mañana los justos prevalecerán sobre ellos.


Nadie puede salvar a nadie ni pagarle a Dios rescate por la vida.


para vivir por siempre sin ver la fosa.


Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?».


A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.


»En verdad David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados y su cuerpo sufrió la corrupción.


No dejarás que mi vida termine en los dominios de la muerte; no permitirás que tu santo sufra corrupción.


Para estos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquellos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?


Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.