para establecer los días de Purim en las fechas fijadas, según lo decretado por Mardoqueo, el judío, y la reina Ester, y como lo habían establecido para sí mismos y para sus descendientes, con algunas cláusulas sobre ayunos y lamentos.
Jonás 3:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y proclámale el mensaje que te voy a dar». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Biblia Nueva Traducción Viviente «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y entrega el mensaje que te he dado». Biblia Católica (Latinoamericana) Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia lo que yo te diga. La Biblia Textual 3a Edicion Levántate y vete a Nínive, la gran metrópoli, y proclama en ella el mensaje que Yo te daré. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama ante ella lo que yo te diré'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y predica en ella el mensaje que yo te diré. |
para establecer los días de Purim en las fechas fijadas, según lo decretado por Mardoqueo, el judío, y la reina Ester, y como lo habían establecido para sí mismos y para sus descendientes, con algunas cláusulas sobre ayunos y lamentos.
Entonces Moisés comunicó a Aarón todo lo que el Señor había ordenado decir y todas las señales milagrosas que mandaba realizar.
»Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No estés aterrorizado ante ellos, pues de lo contrario te aterrorizaré ante ellos.
Pero el Señor me dijo: «No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe y vas a decir todo lo que yo te ordene.
Tal vez te escuchen, tal vez no, pues son un pueblo rebelde; pero tú les proclamarás mis palabras.
«Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte.
«Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia».
Jonás se levantó y se encaminó a Nínive, como el Señor le ordenó. Nínive era una ciudad tan grande que se necesitaban tres días para recorrerla.
Después de esto Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: —Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.