Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él.
Jonás 2:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Dijo: «En mi angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde lo profundo de los dominios de la muerte pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste. Biblia Nueva Traducción Viviente y dijo: «En mi gran aflicción clamé al Señor y él me respondió. Desde la tierra de los muertos te llamé, ¡y tú, Señor, me escuchaste! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jonás dirigió esta oración a Yavé, su Dios, desde el vientre del pez: La Biblia Textual 3a Edicion y dijo: En mi angustia invoqué a YHVH, Y Él me respondió; Del vientre del Seol pedí socorro, Y Tú escuchaste mi voz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jonás oró a Yahveh, su Dios, desde el vientre del pez, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo: En mi angustia clamé a Jehová, y Él me oyó; Desde el vientre del infierno clamé, y mi voz oíste. |
Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él.
Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro y caí en la ansiedad y la aflicción.
No me abandonarás en los dominios de la muerte; no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel.
Porque él no desprecia ni tiene en poco el sufrimiento del pobre; no esconde de él su rostro, sino que lo escucha cuando a él clama.
Responde a mi clamor, Dios de mi justicia. Dame alivio cuando esté angustiado, apiádate de mí y escucha mi oración.
Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece; llévame a una roca que es más alta que yo.
Porque grande es tu amor por mí: me has rescatado de los dominios de la muerte.
En lo profundo de los dominios de la muerte todo se estremece al salir a tu encuentro; por causa tuya se despierta a los muertos, a los que fueron jefes de la tierra. A los reyes de todas las naciones se les hace levantar de sus tronos.
Te haré descender con los que descienden a la fosa; te haré habitar en lo más profundo de la tierra, en el país de eternas ruinas, con los que descienden a la fosa. No volverás a ser habitada ni reconstruida en la tierra de los vivientes.
Y esto es para que ningún árbol que esté junto a las aguas vuelva a crecer tanto; para que ningún árbol, por bien regado que esté, vuelva a elevar su copa hasta las nubes. Todos están destinados a la muerte, a bajar a las regiones profundas de la tierra y quedarse entre los mortales que descienden a la fosa.
Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de un enorme pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra.
Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama, se le abre.
Pero como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.
No dejarás que mi vida termine en los dominios de la muerte; no permitirás que tu santo sufra corrupción.
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte y fue escuchado por su temor reverente.
No me tome usted por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción.
David se angustió, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios.