¡Ustedes echarían suertes hasta por un huérfano y venderían a su amigo por cualquier cosa!
Éxodo 22:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »No maltrates ni oprimas a los extranjeros, pues también tú y tu pueblo fueron extranjeros en Egipto. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Biblia Nueva Traducción Viviente »No maltrates ni oprimas a los extranjeros en ninguna forma. Recuerda que tú también fuiste extranjero en la tierra de Egipto. Biblia Católica (Latinoamericana) No harán daño a la viuda ni al huérfano. La Biblia Textual 3a Edicion No maltratarás ni oprimirás al extranjero, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No maltrataréis a la viuda ni al huérfano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al extranjero no engañarás, ni oprimirás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. |
¡Ustedes echarían suertes hasta por un huérfano y venderían a su amigo por cualquier cosa!
El Señor protege al extranjero y sostiene al huérfano y a la viuda, pero frustra los planes de los malvados.
«Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.
»No opriman al extranjero, pues ya lo han experimentado en carne propia: ustedes mismos fueron extranjeros en Egipto.
¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!».
Así dice el Señor: ‘Practiquen el derecho y la justicia. Libren al oprimido del poder del opresor. No maltraten ni hagan violencia al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar.
si no oprimen al extranjero ni al huérfano ni a la viuda, si no derraman sangre inocente en este lugar ni siguen a otros dioses para su propio mal,
Tratan con desprecio a su padre y a su madre, oprimen al extranjero, explotan al huérfano y a la viuda.
»No defraudes a tu prójimo ni lo despojes de nada. »No retengas la paga de tu jornalero hasta el día siguiente.
»Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal.
Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor su Dios.
»Si alguno de tus compatriotas se empobrece y no tiene cómo sostenerse, ayúdalo como lo harías con el extranjero o con el residente temporal; así podrá seguir viviendo entre ustedes.
No opriman a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros, ni a los pobres. No maquinen el mal en su corazón los unos contra los otros”.
«De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus jornaleros; contra los que oprimen a las viudas, a los huérfanos y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor de los Ejércitos—.
Además, en aquel tiempo di a sus jueces la siguiente orden: «Atiendan todos los litigios entre sus hermanos y juzguen con imparcialidad, tanto a los israelitas como a los extranjeros.
Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole alimentos y ropa.
Así mismo deben mostrar amor por los extranjeros, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te dio libertad. Por eso te doy ahora esta orden.
sino déjalo que viva en medio de ti, en la ciudad que elija y donde se sienta a gusto. Y no lo oprimas.
No aborrecerás al edomita, pues es tu hermano. Tampoco aborrecerás al egipcio, porque viviste en su país como extranjero.
No niegues sus derechos al extranjero ni al huérfano; tampoco tomes en garantía el manto de la viuda.
«Maldito sea quien viole los derechos del extranjero, del huérfano o de la viuda». Y todo el pueblo dirá: «¡Amén!».