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Ester 9:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Los nobles de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los administradores del rey apoyaban a los judíos, porque el miedo a Mardoqueo se había apoderado de todos ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes y oficiales del rey, apoyaban a los judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Además, todos los nobles de las provincias, los funcionarios de más alta posición, los gobernadores y los funcionarios reales ayudaron a los judíos por temor a Mardoqueo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos los gobernadores de provincia, los jefes, los responsables y los funcionarios del rey, ayudaron a los judíos por temor a Mardoqueo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y todos los príncipes de las provincias, y los sátrapas, y los gobernadores, y los funcionarios menores del rey, apoyaban a los judíos, porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos los grandes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los funcionarios del rey apoyaron a los judíos, porque el terror hacia Mardoqueo se había adueñado de todos ellos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes, y oficiales del rey ayudaban a los judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos.

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Otras versiones



Ester 9:3
9 Referencias Cruzadas  

en compañía de Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Relaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baná. Esta es la lista de los israelitas que regresaron:


Y se les entregaron los decretos del rey a los sátrapas del reino y a los gobernadores de la provincia al oeste del río Éufrates, los cuales prestaron todo su apoyo al pueblo y al Templo de Dios.


El día trece del mes primero se convocó a los secretarios del rey. Redactaron en la escritura de cada provincia y en el idioma de cada pueblo todo lo que Amán ordenaba a los sátrapas del rey, a los gobernadores de las varias provincias y a los nobles de los diferentes pueblos. Todo se escribió en nombre del rey Asuero y se selló con el anillo real.


En cada provincia y ciudad adonde llegaban el edicto y la orden del rey había alegría y regocijo entre los judíos, con banquetes y festejos. Y muchas personas de otros pueblos se hicieron judíos por miedo a ellos.


dijo: —Si me he ganado el favor de Su Majestad, y si piensa que es correcto hacerlo y está contento conmigo, dígnese dar una contraorden que invalide los decretos para aniquilar a los judíos que están en todas las provincias del reino, los cuales fraguó y escribió Amán, hijo de Hamedata, el agagueo.


De inmediato fueron convocados los secretarios del rey. Era el día veintitrés del mes tercero, el mes de siván. Se escribió todo lo que Mardoqueo ordenó a los judíos y a los sátrapas, gobernadores y nobles de las ciento veintisiete provincias que se extendían desde la India hasta Cus. Esas órdenes se promulgaron en la escritura de cada provincia y en el idioma de cada pueblo; también en la escritura e idioma propios de los judíos.


Luego, ordenó a los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y demás oficiales de las provincias que asistieran a la dedicación de la estatua que había mandado erigir.