¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, eternamente y para siempre! Que todo el pueblo diga: «¡Amén!». ¡Aleluya!
Efesios 2:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) En Cristo Jesús Dios es todo generosidad para con nosotros, por lo que quiere manifestar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia. La Biblia Textual 3a Edicion para mostrar en los siglos venideros la inmensurable riqueza de su gracia, en su bondad para con nosotros en Jesús el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 para mostrar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para mostrar en las edades venideras las abundantes riquezas de su gracia, en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. |
¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, eternamente y para siempre! Que todo el pueblo diga: «¡Amén!». ¡Aleluya!
Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén y amén.
»Aunque fuiste abandonada y aborrecida, y nadie transitaba por tus calles, haré de ti el orgullo eterno y la alegría de todas las generaciones.
¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?
En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de su gracia
¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
Ese misterio, que en otras generaciones no se dio a conocer a los seres humanos, ahora se ha revelado por el Espíritu a los santos apóstoles y profetas de Dios.
Oramos así, de modo que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado por medio de ustedes, y ustedes por él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron acerca de las buenas noticias por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contemplar esas cosas.