incluso por haber derramado sangre inocente, con la cual inundó a Jerusalén. Por lo tanto, el Señor no quiso perdonar.
Apocalipsis 16:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Ellos derramaron la sangre de creyentes y de profetas, y tú les has dado a beber sangre, como se lo merecen». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. Biblia Nueva Traducción Viviente Como derramaron la sangre de tu pueblo santo y de tus profetas, tú les has dado a beber sangre. Es su justa recompensa». Biblia Católica (Latinoamericana) pues ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre. Bien se lo merecían. La Biblia Textual 3a Edicion Porque ellos derramaron sangre de santos y profetas, también Tú les has dado a beber sangre: ¡lo merecen! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque derramaron sangre de santos y de profetas, sangre les has dado a beber. Bien se lo merecen'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por cuanto ellos derramaron la sangre de santos y de profetas, y tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. |
incluso por haber derramado sangre inocente, con la cual inundó a Jerusalén. Por lo tanto, el Señor no quiso perdonar.
el Señor dice: ‘¡Ahora vas a saber que yo soy el Señor!’. Con esta vara que llevo en la mano voy a golpear las aguas del Nilo y el río se convertirá en sangre.
Haré que tus opresores se coman su propia carne y se embriaguen con su propia sangre, como si fuera vino. Toda la humanidad sabrá entonces que yo, el Señor, soy tu Salvador; que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu Redentor».
«En vano castigo a tus hijos, pues rechazan mi corrección. Cual si fuera un león feroz, la espada de ustedes devoró a sus profetas.
Allí los sacerdotes y los profetas dijeron a los oficiales y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser condenado a muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, tal como ustedes lo han escuchado con sus propios oídos».
Los oficiales y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no debe ser condenado a muerte, porque nos ha hablado en el nombre del Señor nuestro Dios».
Pero sucedió por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, ¡por derramar sangre inocente en las calles de la ciudad!
Con tu sangre empaparé la tierra hasta la cima de las montañas; con tu sangre llenaré los canales de los ríos.
Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.
En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho se le pedirá aún más.
¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado y que ha insultado al Espíritu de la gracia?
Las naciones se han enfurecido; pero ha llegado tu ira, el momento de juzgar a los muertos y de recompensar a tus siervos los profetas, a los que creyeron en ti y a los que temen tu nombre, sean grandes o pequeños, y de exterminar a los que destruyen la tierra».
El que deba ser llevado cautivo, a la cautividad irá. El que deba morir a espada, a filo de espada morirá. ¡En esto consisten la perseverancia y la fidelidad de los creyentes!
Se le permitió infundir vida a la imagen de la primera bestia, para que hablara y mandara matar a quienes no adoraran la imagen.
»¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido! ¡Alégrense también ustedes, creyentes, apóstoles y profetas!, porque Dios, al juzgarla, les ha hecho justicia».
porque en ti se halló sangre de profetas y de creyentes y de todos los que han sido asesinados en la tierra».
pues sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado a la gran prostituta que con sus adulterios corrompía la tierra; ha vindicado la sangre de los siervos de Dios derramada por ella».