¡No quiero participar de sus reuniones ni arriesgar mi honor en sus asambleas!, porque en su furor mataron hombres, y por capricho mutilaron toros.
2 Samuel 8:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 David capturó mil carros, siete mil jinetes y veinte mil soldados de infantería; también rompió las patas de los caballos de tiro, aunque dejó los caballos suficientes para cien carros. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y tomó David de ellos mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros. Biblia Nueva Traducción Viviente David capturó mil carros de guerra, siete mil conductores de carros de guerra y veinte mil soldados de infantería. Les lisió los caballos de tiro, excepto los necesarios para cien carros de guerra. Biblia Católica (Latinoamericana) Le capturó mil setecientos combatientes en carros y veinte mil hombres de infantería. David cortó los jarretes a todos los caballos y se quedó sólo con cien. La Biblia Textual 3a Edicion David le capturó mil setecientos jinetes° y veinte mil hombres de infantería, y desjarretó David los caballos° de tiro, dejando sólo los de cien carros.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 David le capturó mil setecientos jinetes y veinte mil infantes y desjarretó todos los caballos de tiro, dejando sólo los de cien carros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les tomó David mil carros y setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó. |
¡No quiero participar de sus reuniones ni arriesgar mi honor en sus asambleas!, porque en su furor mataron hombres, y por capricho mutilaron toros.
Salomón acumuló carros y caballos; llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos, los cuales mantenía en las caballerizas y también en su palacio en Jerusalén.
David capturó mil carros, siete mil jinetes y veinte mil soldados de infantería; también rompió las patas de los caballos de tiro, aunque dejó los caballos suficientes para cien carros.
Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
El rey no deberá adquirir gran cantidad de caballos ni hacer que el pueblo vuelva a Egipto con el pretexto de aumentar su caballería, pues el Señor te ha dicho: «No vuelvas más por ese camino».
Entonces el Señor dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo daré muerte a todos ellos delante de Israel. Ustedes, por su parte, romperán las patas de sus caballos e incendiarán sus carros de guerra».
Josué cumplió con todo lo que el Señor había ordenado: rompió las patas de los caballos del enemigo e incendió sus carros de guerra.