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Josué 11:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 Entonces el Señor dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo daré muerte a todos ellos delante de Israel. Ustedes, por su parte, romperán las patas de sus caballos e incendiarán sus carros de guerra».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces el Señor le dijo a Josué: «No les tengas miedo. Mañana, a esta hora, los entregaré a todos muertos en manos de Israel. Después lisia sus caballos y quema sus carros de guerra».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pero Yavé dijo a Josué: 'No le temas, porque mañana a esta hora los entregaré heridos de muerte a Israel. Cortarás los jarretes de sus caballos y echarás al fuego sus carros'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entonces YHVH dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora Yo habré entregado a todos muertos delante de Israel. Desjarretarás a sus caballos y quemarás sus carros al fuego.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entonces Yahveh dijo a Josué: 'No temas ante ellos, porque mañana, a esta misma hora, te los entregaré. Todos ellos serán víctimas de la muerte delante de Israel; desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros'.

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Josué 11:6
24 Referencias Cruzadas  

David capturó mil carros, siete mil jinetes y veinte mil soldados de infantería; también rompió las patas de los caballos de tiro, aunque dejó los caballos suficientes para cien carros.


—No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.


Mañana, cuando ellos suban por la cuesta de Sis, ustedes saldrán contra ellos y los encontrarán junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel.


«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Seré exaltado entre las naciones! ¡Seré enaltecido en la tierra!».


El Señor de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah


Ha puesto fin a las guerras en todos los confines de la tierra; ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas, ha arrojado los carros al fuego.


Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos sus hijos después de él!


Se resisten y dicen: “Huiremos a caballo”. ¡Por eso, así tendrán que huir! Dicen: “Cabalgaremos sobre caballos veloces”. ¡Por eso, veloces serán sus perseguidores!


¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda, de los que se apoyan en caballos, de los que confían en la multitud de sus carros de guerra y en la gran fuerza de sus jinetes, pero no toman en cuenta al Santo de Israel ni buscan al Señor!


»”Entonces los habitantes de las ciudades de Israel saldrán y prenderán una hoguera; allí quemarán sus armas: escudos grandes y pequeños, arcos y flechas, mazas y lanzas. ¡Tendrán suficiente leña para hacer fuego durante siete años!


Asiria no podrá salvarnos; no montaremos caballos de guerra. Nunca más llamaremos “dios nuestro” a cosas hechas por nuestras manos, pues en ti el huérfano halla compasión».


«Pero ahora yo vengo contra ti», afirma el Señor de los Ejércitos. «Convertiré en humo tus carros de guerra y mataré a filo de espada a tus leoncillos. Pondré fin en el país a tus rapiñas y no volverá a oírse la voz de tus mensajeros».


Destruye a todos los pueblos que el Señor tu Dios entregue en tus manos. No te apiades de ellos ni sirvas a sus dioses, para que no te sean una trampa.


Y el Señor dijo a Josué: «No les tengas miedo, pues yo te los entrego; ninguno de ellos podrá resistirte».


Todos esos reyes formaron un solo ejército y acamparon junto a las aguas de Merón para pelear contra Israel.


Así que Josué partió acompañado de sus guerreros y tomó por sorpresa a sus enemigos junto a las aguas de Merón.


Josué cumplió con todo lo que el Señor había ordenado: rompió las patas de los caballos del enemigo e incendió sus carros de guerra.


Josué ordenó al pueblo: «Conságrense, porque mañana el Señor va a realizar grandes prodigios entre ustedes».


y Finés, hijo de Eleazar y nieto de Aarón, ministraba delante de ella. Preguntaron: —¿Debemos subir y volver a luchar contra los de Benjamín, nuestros hermanos, o nos retiramos? El Señor respondió: —Suban, porque mañana los entregaré en sus manos.


Aquella noche el Señor dijo a Gedeón: «Levántate y baja al campamento, porque voy a entregar en tus manos a los madianitas.


Luego dijo a los mensajeros que habían venido: «Vayan y díganles a los habitantes de Jabés de Galaad: “Mañana, cuando más calor haga, serán librados”». Los mensajeros fueron y comunicaron el mensaje a los de Jabés. Estos se llenaron de alegría


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