Lloraron y ayunaron hasta el anochecer porque Saúl y su hijo Jonatán habían caído a filo de espada, y también por el ejército del Señor y por la nación de Israel.
2 Samuel 3:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 y Abner fue enterrado en Hebrón. Junto a la tumba, el rey lloró a gritos y todo el pueblo lloró con él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que enterraron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba. Biblia Católica (Latinoamericana) Durante el entierro en Hebrón, el rey habló en alta voz y lloró ante la tumba; todo el pueblo lloró con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y sepultaron a Abner en Hebrón. Y el rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sepultaron a Abner en Hebrón. El rey rompió a llorar en voz alta junto al sepulcro de Abner y con él todo el pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. |
Lloraron y ayunaron hasta el anochecer porque Saúl y su hijo Jonatán habían caído a filo de espada, y también por el ejército del Señor y por la nación de Israel.
Al oír esto, el rey se estremeció y mientras subía al cuarto que está encima de la puerta, lloraba y decía: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, Absalón, hijo mío, hijo mío!».
Entonces David ordenó a sus soldados que los mataran y que además les cortaran las manos y los pies, y colgaran sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. En cambio, la cabeza de Isboset la enterraron en Hebrón, en el sepulcro de Abner.
¡También este pecado tendría que ser juzgado, pues habría yo traicionado al Dios de las alturas!
»¿Acaso me he alegrado de la ruina de mi enemigo? ¿Acaso he celebrado su desgracia?
No te alegres cuando caiga tu enemigo ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
David y los que estaban con él se pusieron a llorar y a gritar hasta quedarse sin fuerzas.