1 Samuel 30:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁴ David y los que estaban con él se pusieron a llorar y a gritar hasta quedarse sin fuerzas.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ lloraron a más no poder.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ David y el pueblo que lo acompañaba se pusieron a gritar y a llorar hasta que quedaron sin aliento para llorar.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron más fuerzas para llorar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ David y los que le acompañaban alzaron la voz y lloraron hasta más no poder.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

1 Samuel 30:4 Referencias Cruzadas

Esdras 10:1

Mientras Esdras oraba y hacía esta confesión llorando y postrándose delante del Templo de Dios, a su alrededor se reunió una gran asamblea de hombres, mujeres y niños del pueblo de Israel. Toda la multitud lloraba amargamente.

Números 14:1

Aquella noche toda la comunidad israelita se puso a gritar y a llorar.

Números 14:39

Cuando Moisés terminó de decirles esto, todos los israelitas se pusieron a llorar amargamente.

Jueces 2:4

Cuando el ángel del Señor habló así a todos los israelitas, el pueblo lloró a gritos.

Jueces 21:2

El pueblo fue a Betel y allí permanecieron hasta el anochecer, clamando y llorando amargamente en presencia de Dios.

1 Samuel 11:4

Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá, que era la ciudad de Saúl, y comunicaron el mensaje al pueblo, todos se echaron a llorar.

1 Samuel 30:3

Cuando David y sus hombres llegaron, encontraron que la ciudad había sido quemada y que sus esposas, hijos e hijas habían sido llevados cautivos.

1 Samuel 4:13

Allí se encontraba Elí, sentado en su silla y vigilando el camino, pues su corazón temblaba solo de pensar en el arca de Dios. Cuando el soldado entró en el pueblo y contó lo que había sucedido, todos se pusieron a gritar.