Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios.
1 Juan 5:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Les he escrito estas cosas a ustedes, que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Biblia Católica (Latinoamericana) Les he escrito, pues, a ustedes que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. La Biblia Textual 3a Edicion Estas cosas os estoy escribiendo a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os escribo estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. |
Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios.
Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.
Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.
Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y las escribió. Y estamos convencidos de que su testimonio es verídico.
El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios.
»Les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Por la fe en el nombre de Jesús, él ha restablecido a este hombre a quien ustedes ven y conocen. Esta fe que viene por medio de Jesús lo ha sanado por completo, como les consta a ustedes.
De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.
De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.
Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!».
Con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano fiel, he escrito brevemente para animarlos y confirmarles que esta es la verdadera gracia de Dios. Manténganse firmes en ella.
Mis queridos hijos, escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.
No les escribo porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad.
Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto.
Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo único al mundo para que vivamos por medio de él.
El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio. El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna y esa vida está en su Hijo.
También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo, que es Dios Verdadero y vida eterna.