Y ordenó: 'Promulgad una fiesta en honor de Baal'. Y, en efecto, fue anunciada.
Joel 1:14 - Biblia Martin Nieto Promulgad un ayuno, convocad una asamblea, reuníos, ancianos, y vosotros todos, habitantes del país, en la casa del Señor, Dios vuestro; aclamad al Señor: Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Proclamen un tiempo de ayuno; convoquen al pueblo a una reunión solemne. Reúnan a los líderes y a toda la gente del país en el templo del Señor su Dios y allí clamen a él. Biblia Católica (Latinoamericana) Proclamen un ayuno y una asamblea santa, congreguen a los ancianos y a toda la gente del campo en la Casa de Yavé, su Dios, y clamen a él. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Proclamad un ayuno santo! ¡Convocad a solemne asamblea! ¡Reunid a los ancianos, y a todos los moradores de esta tierra, En la Casa de YHVH° vuestro Dios, y clamad a YHVH! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Promulgad un ayuno, convocad una asamblea reunid a los ancianos, a todos los habitantes del país, en la casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pregonad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová. |
Y ordenó: 'Promulgad una fiesta en honor de Baal'. Y, en efecto, fue anunciada.
Todo Judá permanecía de pie delante del Señor, incluidas sus mujeres e hijos pequeños.
Esdras continuó leyendo en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primero hasta el último. La fiesta duró una semana, y el día octavo se celebró, según lo prescrito, una reunión solemne.
'Anda, reúne a todos los judíos de Susa, y ayunad por mi intención. No comáis ni bebáis durante tres días y tres noches. También yo, con mis doncellas, ayunaré. Luego me presentaré al rey, aun contra la ley, y si he de morir, moriré'.
Judá está de luto, sus ciudades languidecen, yacen postradas en tierra y un grito de angustia sale de Jerusalén.
Fue cuando en el año quinto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, fue convocado a un ayuno ante el Señor todo el pueblo de Jerusalén y toda la multitud llegada a Jerusalén de las ciudades de Judá.
Oíd esto, ancianos; escuchad, habitantes todos del país. ¿Ha sucedido algo semejante en vuestros días o en los días de vuestros padres?
Los siete días presentaréis ofrendas quemadas en honor del Señor; el día octavo celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor: es día de asamblea; no haréis en él trabajo alguno.
Los ninivitas creyeron a Dios y ordenaron un ayuno; se vistieron de saco chicos y grandes.
Que se cubran de saco los hombres y los animales, y que invoquen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia de sus manos.