En su ancianidad ellas le desviaron el corazón hacia dioses extranjeros, de modo que su corazón no fue enteramente del Señor como lo fue el corazón de su padre David.
Éxodo 20:3 - Biblia Martin Nieto No tendrás otro Dios fuera de mí. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No tendrás dioses ajenos delante de mí. Biblia Nueva Traducción Viviente »No tengas ningún otro dios aparte de mí. Biblia Católica (Latinoamericana) No tendrás otros dioses fuera de mí. La Biblia Textual 3a Edicion No tendrás otros dioses delante de mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No tendrás otros dioses delante de mí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No tendrás dioses ajenos delante de mí. |
En su ancianidad ellas le desviaron el corazón hacia dioses extranjeros, de modo que su corazón no fue enteramente del Señor como lo fue el corazón de su padre David.
tributad al Señor la gloria de su nombre, adorad al Señor con esplendor sagrado.
¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, no me gusta ya la tierra.
no habría en tu casa un dios extraño, no adorarías a ningún dios extranjero.
¿Quién igual a ti, Señor, entre los dioses? ¿Quién igual a ti, sublime en sabiduría, tremendo en gloria, autor de maravillas?
El que ofrezca sacrificios a otros dioses, fuera del Señor, será condenado a muerte.
No adorarás a sus dioses, ni los servirás. No imitarás sus obras, sino que las destruirás por completo y destrozarás sus estelas.
Bien pronto se han apartado del camino que yo les había trazado; han hecho un becerro fundido y lo han adorado; le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, éste es tu Dios, el que te sacó de Egipto'.
No adorarás a otro Dios, porque el nombre del Señor es Celoso y él es un Dios celoso.
Yo soy el Señor, éste es mi nombre; no cederé mi gloria a ningún otro, ni mi honor a los ídolos.
Vosotros sois mis testigos -dice el Señor- y mis siervos, a quienes yo he elegido, para que me conozcáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo; antes de mí no existió ningún dios, y ningún otro existirá después.
No os asustéis, no temáis. ¿No os lo di a conocer y os lo anuncié yo hace mucho? Vosotros sois testigos: ¿Hay dios fuera de mí o raza alguna? ¡Yo no lo conozco!
Acordaos de lo pasado desde antiguo, que yo soy Dios y no existe ningún otro dios y nadie igual a mí.
No corráis en pos de dioses extraños para servirlos y adorarlos; no provoquéis mi cólera con las obras de vuestras manos, y yo no os haré ningún mal.
Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso.
¡Cómo! ¡Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, ofrecéis sacrificios a Baal, corréis tras dioses que no conocéis,
Pero si no nos librase, has de saber, oh rey, que no serviremos a tu dios ni adoraremos la estatua de oro que has levantado'.
Sin embargo, yo, el Señor, soy tu Dios desde el país de Egipto; no conoces otro Dios más que yo, no hay salvador fuera de mí.
Jesús le dijo: 'Retírate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás'.
Viniendo, pues, a lo de la comida de las carnes ofrecidas en sacrificio a los ídolos, sabemos que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más Dios que uno solo.
para nosotros hay un solo Dios, el Padre, del que proceden todas las cosas y por el que hemos sido creados; y un solo Señor, Jesucristo, por quien existen todas las cosas, y por el que también nosotros existimos.
Porque tened bien entendido que ningún lujurioso, impuro o avaro -que es lo mismo que un idólatra- ha de heredar el reino de Cristo y de Dios.
No te vayas tras otros dioses, tras los dioses de las naciones que te rodean,
Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
su fin será la perdición, su dios es su vientre, su gloria lo que los deshonra y tienen puesto su corazón en las cosas de la tierra.
Que nadie, con simulada humildad o culto de ángeles, os niegue el premio de la victoria, metiéndose en cosas que no ha visto, presumiendo vanamente a la luz de su inteligencia carnal,
Yo caí a sus pies para adorarle, pero él me dijo: 'No lo hagas; yo soy un siervo como tú y tus hermanos, que dan el testimonio de Jesús. Adora a Dios' (dar testimonio de Jesús es tener espíritu de profecía).
Pero él me dijo: 'No lo hagas, pues yo soy un servidor, como tú y tus hermanos los profetas y los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios'.
Y os dije: Yo soy el Señor, vuestro Dios. No adoraréis a los dioses de los amorreos cuyas tierras vais a ocupar. Pero vosotros no me habéis obedecido'.