Nehemías 1:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Nosotros somos tus servidores; pertenecemos al pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. Biblia Nueva Traducción Viviente »El pueblo que rescataste con tu gran poder y mano fuerte es tu siervo. Biblia Católica (Latinoamericana) Estos son pues tus servidores y tu pueblo que tú libraste con mucha fuerza y con tu poderosa mano. La Biblia Textual 3a Edicion Ellos pues son tus siervos y tu pueblo, los cuales rescataste con tu gran fortaleza y con tu mano poderosa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Son tus siervos, son tu pueblo, al que has rescatado con tu gran poder y con tu fuerte mano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte. |
¡No te olvides de nosotros! Hace mucho tiempo nos compraste; somos el pueblo que rescataste para que fuéramos tuyos. ¡No te olvides de Jerusalén, la montaña donde habitas!
14 (15) Tú gobiernas con justicia y rectitud, pero sobre todas las cosas, nos demuestras tu constante amor.
»Cuando sus hijos les pregunten por qué hacen esos sacrificios, ustedes les dirán: “Con su gran poder, nuestro Dios nos sacó de Egipto, donde éramos esclavos.
Este sacrificio debe ser para ustedes como una marca en el brazo o en la frente, para que recuerden que Dios nos sacó de Egipto con su gran poder”».
Entonces Moisés les dijo a los israelitas: «Nunca olviden este día. Con su gran poder, nuestro Dios nos ha sacado de Egipto, donde éramos esclavos. De ahora en adelante, ninguno de ustedes deberá comer en este día pan con levadura.
Esta fiesta será para ustedes como una marca en la mano o en la frente. Les hará recordar que Dios, con su gran poder, nos sacó de Egipto. Por eso, nunca deben olvidarse de sus mandamientos.
»Tanto amas a tu pueblo que con tu fuerza lo has salvado y ahora lo vas guiando al lugar donde has decidido vivir.
Moisés trató de calmar a Dios, y le dijo: —Dios mío, ¡no te enojes con este pueblo! ¡Tú mismo lo sacaste de Egipto usando tu gran poder!
Dios le contestó: —De tal modo voy a castigar al rey de Egipto, que él mismo les pedirá que abandonen su país. Yo soy tu Dios.
»Así que ve y diles a los israelitas que yo, su Dios, los voy a sacar de Egipto, y que los haré descansar de los trabajos tan pesados que ahora tienen que hacer. Los llevaré al país que prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, y que de ahora en adelante será de ustedes. Así sabrán que yo fui quien los libró de su esclavitud en Egipto, y serán mi pueblo y yo seré su Dios. Pero a los egipcios los castigaré con mi gran poder. Todo esto lo haré porque yo soy el Dios de ustedes.
»Dios, no te enojes demasiado ni te acuerdes todo el tiempo de nuestros pecados: ¡mira que somos tu pueblo!
Jamás olviden que también ustedes fueron esclavos en Egipto, y que Dios les dio libertad. Por eso les doy esta orden.