Cuando el rey David llegó a Bahurim, salió a su encuentro Simí hijo de Guerá, que era pariente de Saúl. Simí empezó a arrojarles piedras a David y a los guardias que lo rodeaban,
Éxodo 22:27 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual 27 (26) pues es lo único que tiene para protegerse del frío de la noche. Yo les digo que si ese hombre me pide ayuda, lo ayudaré, porque sé tener compasión. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque solo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso. Biblia Nueva Traducción Viviente Puede ser que este abrigo sea la única manta que tiene para abrigarse. ¿Cómo podrá dormir sin abrigo? Si no se lo devuelves y tu prójimo clama a mí por ayuda, yo lo oiré, porque soy misericordioso. Biblia Católica (Latinoamericana) No blasfemarás el Nombre de Dios ni maldecirás al que es jefe en tu pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion pues el manto para su piel es su único cobertor, ¿en qué se ha de acostar? Y si clama a mí, sucederá que Yo escucharé, porque soy misericordioso.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No blasfemarás contra Dios, ni maldecirás al jefe de tu pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque sólo aquella es su cubierta, es la vestidura para cubrir su piel. ¿En qué dormirá? Y será que cuando él a mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso. |
Cuando el rey David llegó a Bahurim, salió a su encuentro Simí hijo de Guerá, que era pariente de Saúl. Simí empezó a arrojarles piedras a David y a los guardias que lo rodeaban,
»También está contigo Simí, el hijo de Guerá, el de la tribu de Benjamín, y que nació en Bahurim. Él me maldijo de una manera terrible cuando yo iba a Mahanaim. Pero después fue al río Jordán a recibirme y tuve que jurarle por Dios que no lo mataría.
No lo perdones. Eres lo suficientemente sabio para saber que debes matarlo. Procura que tenga una muerte violenta».
6 (7) Yo, que nada valgo, llamé a Dios, y él me oyó, y me salvó de todas mis angustias.
El rey librará a los pobres cuando ellos le pidan ayuda; salvará a los afligidos que no tienen quién los ayude.
Pero tú, mi Dios, eres bondadoso y compasivo; no te enojas fácilmente, y tu amor es siempre el mismo.
Mientras pasaba delante de Moisés, Dios dijo en voz alta: «¡Soy el Dios de Israel! ¡Yo soy es el nombre con que me di a conocer! Soy un Dios tierno y bondadoso. No me enojo fácilmente, y mi amor por mi pueblo es muy grande.
Nunca hables mal del rey ni de la gente poderosa, aunque creas que nadie te oye. Las palabras vuelan; son como los pájaros, y todo llega a saberse.
»Cuando presten dinero a alguien, no entren en su casa para tomar ustedes mismos la garantía de pago. Quédense a la puerta, y esperen a que esa persona les entregue la garantía.