1 Samuel 23:26 - La Biblia Textual 3a Edicion E iba Saúl por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado. Y David se fugó con zozobra para escapar de Saúl, pues Saúl y sus hombres habían cercado a David y a sus hombres para capturarlos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Saúl iba por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado del monte, y se daba prisa David para escapar de Saúl; mas Saúl y sus hombres habían encerrado a David y a su gente para capturarlos. Biblia Nueva Traducción Viviente Saúl y David se encontraban en lados opuestos de una montaña. Justo cuando Saúl y sus hombres comenzaban a cercar a David y a sus hombres, Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl iba por un lado del cerro, y David con sus hombres, por el otro. David y sus hombres caminaban rápido para escapar de Saúl, mientras que éste y sus hombres trataban de cercar a David y a sus compañeros para apresarlos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Iba Saúl por un lado de la colina, y David y sus hombres iban por el otro. David se apresuraba por escapar de Saúl, mientras éste y sus hombres procuraban cerrar el cerco en torno a David y los suyos para prenderlos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Saúl iba por un lado de la montaña, y David con sus hombres por el otro lado de la montaña: y David se daba prisa para escapar de Saúl, porque Saúl y sus hombres habían encerrado a David y a sus hombres para tomarlos. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Por un lado del cerro iba Saúl, y por el otro iba David. Cuando Saúl y su ejército estaban a punto de alcanzar a David y a su gente, |
Y David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: ¡Levantaos y huyamos, porque no tendremos escapatoria delante de Absalón! ¡Daos prisa en marchar, no sea que se apresure, nos alcance y eche el mal sobre nosotros, atacando la ciudad a filo de espada!
¡Oh Dios nuestro! ¿No los castigarás Tú? Porque no hay fuerza en nosotros contra esta gran multitud que viene contra nosotros, ni sabemos qué hacer; por eso volvemos nuestros ojos a ti.
En nuestros pasos nos han cercado ahora; Tienen puestos sus ojos en nosotros para echarnos por tierra;
De delante de los malvados que me oprimen, De los enemigos mortales que me rodean.
Perros me han rodeado, Me ha cercado cuadrilla de malignos, Horadaron° mis manos y mis pies;
Alarmado, me dije: ¡Cortado fui de tu presencia! Pero Tú oíste la voz de mis súplicas cuando clamé a ti.
Porque, hermanos, no queremos que ignoréis acerca de la tribulación que nos ocurrió en Asia,° donde fuimos abrumados mucho más° allá de nuestras fuerzas, hasta el punto que perdimos aun la esperanza de sobrevivir.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, pero° descendió fuego del cielo y los devoró.
Y avisaron a los de Gaza, diciendo: ¡Sansón está aquí! Entonces ellos lo rodearon y lo estuvieron acechando toda aquella noche junto a la puerta de la ciudad. Y se mantuvieron callados toda la noche, diciendo: Esperemos hasta la luz del alba, entonces lo mataremos.
Y Mical hizo que David bajara por la ventana, y él salió huyendo y se puso a salvo.
Y gritó Jonatán al mozo: ¡Apúrate, no te quedes ahí! Y el mozo de Jonatán recogió las saetas, y fue a su amo.
Luego partió Saúl con sus hombres para buscarlo; de lo cual, avisado David, descendió a la roca, y habitó en el desierto de Maón. Cuando Saúl se enteró, persiguió a David por el desierto de Maón.
En esto llegó un mensajero a Saúl, diciendo: ¡Date prisa y ven, porque los filisteos irrumpieron en el país!