Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Lucas 9:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y sanar enfermedades. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades. La Biblia Textual 3a Edicion Después de convocar a los° doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Convocó a los Doce y les dio poder y potestad sobre todos los demonios y para curar enfermedades. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. |
Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba.
Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores, y además tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde pensaba ir.
Sí, os he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada os podrá hacer daño.
Ciertamente os aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre vosotros, recibiréis poder y seréis mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Por la fe en el nombre de Jesús, él ha restablecido a este hombre a quien vosotros veis y conocéis. Esta fe que viene por medio de Jesús lo ha sanado por completo, como os consta.
Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús».
«Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana. Levántate y haz tu cama». Y al instante se levantó.