»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que a ti se envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!
Juan 5:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que seáis salvos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Biblia Nueva Traducción Viviente Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero digo estas cosas para que ustedes sean salvos. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les recuerdo esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago recomendar por hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Yo no recibo el testimonio de parte de un hombre, pero digo esto para que vosotros seáis salvos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No es que yo pretenda obtener de un hombre testimonio en mi favor; si os lo recuerdo, es para que os salvéis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo no recibo el testimonio de hombre; pero digo esto para que vosotros seáis salvos. |
»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que a ti se envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengáis vida.
Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.
―Si yo me glorifico a mí mismo —les respondió Jesús—, mi gloria no significa nada. Pero quien me glorifica es mi Padre, el que vosotros decís que es vuestro Dios,
Hermanos, el deseo de mi corazón, y mi oración a Dios por los israelitas, es que lleguen a ser salvos.
En cambio, respecto de Israel, dice: «Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo desobediente y rebelde».
Pero entonces, si a algunos les faltó la fe, ¿acaso su falta de fe anula la fidelidad de Dios?
Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles.
Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.
Aceptamos el testimonio humano, pero el testimonio de Dios vale mucho más, precisamente porque es el testimonio de Dios, que él ha dado acerca de su Hijo.