La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 13:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

―Entonces, Señor, ¡no solo los pies, sino también las manos y la cabeza!

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Le dijo Simón Pedro: Señor, no solo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo los pies! —exclamó Simón Pedro.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Pedro le dijo: 'Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Le dice Simón Pedro: ¡Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dícele Simón Pedro: 'Señor, no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también mis manos y mi cabeza.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 13:9
9 Referencias Cruzadas  

Con manos limpias e inocentes camino, Señor, en torno a tu altar,


Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.


Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.


Jerusalén, limpia de maldad tu corazón para que seas salvada. ¿Hasta cuándo hallarán lugar en ti los pensamientos perversos?


Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. ―Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá vosotros!


―El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies —le contestó Jesús—; pues ya todo su cuerpo está limpio. Y ustedes ya están limpios, aunque no todos.


―¡No! —protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! ―Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo.


Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.


la cual simboliza el bautismo que ahora os salva también a vosotros. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo,