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1 Samuel 2:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»Nadie es santo como el Señor; no hay roca como nuestro Dios. ¡No hay nadie como él!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Nadie es santo como el Señor! Aparte de ti, no hay nadie; no hay Roca como nuestro Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No hay otro Santo que Yavé, nadie hay fuera de ti ni otra roca fuera de nuestro Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Nadie hay sagrado como YHVH, Porque no hay nadie como Tú, Ni hay Roca como el Dios nuestro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No hay santo como Yahveh, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Roca como nuestro Dios.

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Otras versiones



1 Samuel 2:2
37 Referencias Cruzadas  

es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! Él es mi protector y mi salvador. ¡Tú me salvaste de la violencia!


¿Pues quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?


»¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.


y dijo: «Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón.


Pagó el precio del rescate de su pueblo y estableció su pacto para siempre. ¡Su nombre es santo e imponente!


El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!


¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?


Oh Dios, tú has hecho grandes cosas; tu justicia llega a las alturas. ¿Quién como tú, oh Dios?


Sé tú mi roca de refugio adonde pueda yo siempre acudir; da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca, mi fortaleza.


¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.


No hay, Señor, entre los dioses otro como tú, ni hay obras semejantes a las tuyas.


¿Quién en los cielos es comparable al Señor? ¿Quién como él entre los seres celestiales?


¿Quién como tú, Señor Dios Todopoderoso, rodeado de poder y de fidelidad?


Sea alabado su nombre grandioso e imponente: ¡él es santo!


Exaltad al Señor nuestro Dios; adoradlo ante el estrado de sus pies: ¡él es santo!


Exaltad al Señor nuestro Dios; adoradlo en su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!


¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.


¿Con quién compararéis a Dios? ¿Con qué imagen lo representaréis?


»Así dice el Señor, el Señor Todopoderoso, rey y redentor de Israel: “Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay otro dios.


No tembléis ni os asustéis. ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”».


Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.


Y se decían el uno al otro: «Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria».


¡No hay nadie como tú, Señor! ¡Grande eres tú, y grande y poderoso es tu nombre!


Yo soy el Señor vuestro Dios, así que santificaos y manteneos santos, porque yo soy santo. No os hagáis impuros por causa de los animales que se arrastran.


Yo soy el Señor, que os sacó de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Sed, pues, santos, porque yo soy santo.


que hablara con toda la asamblea de los israelitas y les dijera: «Sed santos, porque yo el Señor vuestro Dios soy santo.


De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.


¡Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!»


“Tú, Señor y Dios, has comenzado a mostrarle a tu siervo tu grandeza y tu poder; pues ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra capaz de hacer las obras y los prodigios que tú realizas?


“Les voy a dar la espalda —dijo—, y a ver en qué terminan; son una generación perversa, ¡son unos hijos infieles!


»”¡Ved ahora que yo soy único! No hay otro Dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi poder.


Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo.


»A ti se te ha mostrado todo esto para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro fuera de él.


»Reconoce y considera seriamente hoy que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro.


pues está escrito: «Sed santos, porque yo soy santo».