Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan al SEÑOR, entienden todas las cosas.
Juan 8:43 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme! Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Por qué no entienden mi lenguaje? Porque no pueden acoger mi mensaje. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír° mi palabra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Es que no podéis escuchar mi palabra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. |
Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan al SEÑOR, entienden todas las cosas.
No supieron, ni entendieron, porque untó sus ojos para que no vean; y su corazón, para que no entiendan.
Entonces dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la palabra del SEÑOR les es cosa vergonzosa; no la aman.
¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos del SEÑOR son derechos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes en ellos caerán.
Mas ellos no conocieron los pensamientos del SEÑOR, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era.
Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren vivirán.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a aquel recibiréis.
Y muchos de sus discípulos oyéndolo, dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
Y le respondieron: Simiente de Abraham somos, y jamás servimos a nadie, ¿cómo dices tú: Seréis libres?
Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Les dice Jesús: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.