Mesianismo. Mesias - Diccionario Pastoral

Mesianismo es el término abstracto (no usado en la Biblia) que deriva del vocablo Hebreo «mesías»=«ungido, consagrado», y que en griego se traduce por «Cristo».

En su origen, la palabra «mesías» se aplicaba a los sacerdotes (Levítico 4:3-5), a los patriarcas (Salmos 105:15) «No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas». probablemente a los profetas (1 Reyes 19:16) «A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar». al pueblo entero de Israel (Habacuc 3:13) «Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah». y sobre todo al rey, que era considerado el «ungido del Señor» por antonomasia (1 Samuel 9:16) «Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí». (1 Samuel 15:1-17), (Salmos 20:7) «Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria». (Lamentaciones 4:20) «El aliento de nuestras vidas, el ungido de Jehová, De quien habíamos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones, fue apresado en sus lazos».

A partir de la profecía de Natán (2 Samuel 7:12-16), el pueblo israelita comienza a esperar la venida de un gran rey, descendiente de David, poderoso y triunfador, a través del cual Dios hará realidad las promesas de liberación y salvación hechas a su pueblo. A este personaje se reserva el título de Mesías (Salmos 2:2-3). (Salmos 132:10) «Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro». (Salmos 132:17) «Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido». que con el paso del tiempo va incorporando diversos rasgos reales (Génesis 49:8-12), (Números 24:3-9), (Números 24:15-19), (Isaías 7:10-25), (Isaías 9:1-6), (Isaías 11:1-9), (Zacarías 9:9-10), (Salmos 2:1) «¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas?». (Salmos 72:1) «Para Salomón. Oh Dios, da tus juicios al rey, Y tu justicia al hijo del rey». (Salmos 110:1) «Salmo de David. Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies». proféticos (Isaías 42:1-7), (Isaías 49:1-9), (Isaías 50:4-9), (Isaías 52:13-53), (Isaías 52:12) «Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel». sacerdotales (Zacarías 4:1-6), (Zacarías 4:10-14). (Salmos 110:1) «Salmo de David. Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies». Apocalípticos (Daniel 7:13-14).

El NT reclama para Jesús de Nazaret el título de Mesías y el cumplimiento en él de todas las esperanzas mesiánicas (Mateo 1:1) «Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham». (Mateo 1:16-18), (Mateo 2:4) «Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo». (Mateo 11:2) «Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos». (Mateo 16:16) «Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». (Mateo 16:20-21), (Mateo 22:42) «diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David». (Mateo 23:10) «Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo». (Mateo 24:5) «Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán». (Mateo 26:63) «Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios». (Mateo 27:17) «Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?». (Mateo 27:22) «Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!». (Marcos 1:1) «Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios». (Marcos 9:41) «Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa». (Marcos 14:61) «Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?». (Lucas 2:11) «que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor». (Lucas 2:26) «Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor». (Lucas 24:26) «¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?». (Juan 1:17) «Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo». (Juan 1:41) «Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo)». (Juan 9:22) «Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga». (Juan 11:27) «Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo». (Juan 17:3) «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». (Juan 20:31) «Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre». (Hechos 2:31) «viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción». (Hechos 2:36) «Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo». (Hechos 3:18) «Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer». (Hechos 3:20) «y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado». (Hechos 5:42) «Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo». etc.

Parece cierto que Jesús mismo apenas utilizó este título 'si es que lo utilizó alguna vez', sin duda para evitar que fuese entendido como un mesías político (Mateo 16:20) «Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo». (Marcos 1:34) «Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían». (Marcos 8:29-30). (Lucas 4:41) «También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo».

Pero a partir de su muerte y resurrección, la primera comunidad cristiana, superado el peligro de malentendidos, empleó con profusión y sin reservas el título de Mesías=Cristo como nombre propio de Jesús. San Pablo lo usa más de cuatrocientas veces.