Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
Y no permitan que nadie los llame “Maestro”, porque ustedes tienen un solo maestro, el Mesías.
Tampoco se dejen ustedes llamar Guía, porque ustedes no tienen más Guía que Cristo.
ni seáis llamados caudillos,° porque uno es vuestro Caudillo: el Mesías.
Ni consintáis que os llamen consejeros; que uno solo es vuestro consejero: Cristo.
Tampoco esperen que la gente los trate como líderes, porque yo, el Mesías, soy su único líder.