Apocalipsis 22 - Biblia Pablo Besson (Nuevo Testamento)

¹ Y mostróme el ángel un río de agua de vida, claro como cristal, que sale del trono de Dios y del Cordero.

² En medio de la gran plaza de ella, y de la una y de la otra banda del río un árbol de vida que hace doce frutos, dando cada mes su fruto, y las hojas del árbol para la salubridad de las gentes.

³ Y ningún anatema habrá más. Y el trono de Dios y del Cordero en ella estará, y sus siervos le servirán,

⁴ y verán su persona, y su nombre sobre las frentes de ellos.

⁵ Y no habrá más noche, y no tienen necesidad de lámpara, ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos.

⁶ Y díjome: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas envió a su ángel para mostrar a sus siervos lo que debe venir en breve.

⁷ Y he aquí vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

⁸ Yo Juan, soy el que ve y oye estas cosas, Y cuando oí y vi, caí para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

⁹ Y me dice: Mira que no. Soy siervo contigo y con tus hermanos los profetas y con los que guardan las palabras de este libro: A Dios adora.

¹⁰ Y me dice: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

¹¹ El injusto se haga injusto todavía, y el sucio sea ensuciado todavía, y el justo haga justicia todavía, y el santo sea santificado todavía.

¹² He aquí vengo presto, y mi galardón conmigo para retribuir a cada uno, conforme a su obra. (Sal. 61 -13; Is. 40:10.)

¹³ Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin. (1:8; 21:6; Is. 41:4, 5.)

¹⁴ Bienaventurados los que guardan los mandamientos de él, para que tengan derecho sobre el árbol de la vida y entren por las puertas en la ciudad.

¹⁵ Fuera los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, y los idólatras y todo el que ama y hace mentira.

¹⁶ Yo Jesús, envié a mi ángel a testificaros estas cosas sobre las iglesias. Yo soy el vástago y el linaje de David, la estrella brillante de la mañana.

¹⁷ Y el Espíritu y la esposa dicen: ¡Ven! Y el que oye diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, venga, y el que quiere, reciba agua de la vida gratuitamente.

¹⁸ Atestiguo pues a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro que si alguien añadiere a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas escritas en este libro,

¹⁹ y si alguien quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa de lo que está escrito en este libro.

²⁰ Dice el que atestigua estas cosas: Sí, vengo presto. Amén. Ven, Señor Jesús.

²¹ [La gracia del Señor Jesu-Cristo sea con todos los santos. Amén.]