Nuestra piel arde como un horno, a causa de los ardores del hambre.
Nuestra piel se ennegreció como un horno A causa del ardor del hambre.
El hambre hizo ennegrecer nuestra piel como si hubiera sido quemada en el horno.
Nuestra piel abrasa como un horno, por el ardor del hambre.
Nuestra piel abrasa como un horno por los ardores del hambre.
Nuestra piel se ennegreció como un horno a causa del ardor del hambre.
Tanta es el hambre que tenemos que hasta deliramos.
Mi piel se ha ennegrecido y se me cae, Y mis huesos arden de calor.
Porque he venido a ser como odre al humo,° Pero no he olvidado tus estatutos.
b Consumió mi carne y mi piel, ha quebrantado mis huesos;
j Hoy sus rostros son más negros que el hollín, Y en las calles no se los reconoce; Su piel se ha pegado a sus huesos, está seca como un leño.