Mi aliento es repugnante para mi mujer, Y apesto ante mis propios hermanos.°
Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
Mi aliento le da asco a mi esposa; mi propia familia me rechaza.
Mi aliento le cae mal a mi mujer, mis propios hijos me encuentran hediondo.
Mi aliento repugna a mi mujer, fétido resulto a mis parientes.
Mi aliento vino a ser extraño a mi esposa, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
Tengo tan mal aliento que nadie en la casa me aguanta.
Mi espíritu está consumido, mis días, extinguidos, Hay sepulcros preparados para mí.
Doy voces a mi siervo, y no me responde, Con mi propia boca tengo que rogarle.
Hasta los muchachos me desprecian, Y me insultan apenas me levanto.