Mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo para tener a su bebé.
Pero el plan del Señor permanece para siempre. Sus propósitos perduran a través de las generaciones.
Los seres humanos hacen planes en sus mentes, pero la decisión final es del Señor.
Pero de ti, Belén Efrata, (aunque eres solamente un lugar pequeño en Judá), nacerá un gobernante de Israel que hará mi voluntad. Su existencia es desde la eternidad pasada.
Llegó el momento en que Isabel tendría su bebé, y tendro un hijo.
Fue a registrarse allí, junto con María, quien estaba comprometida para casarse con él, y quien esperaba un bebé.
Y tendro su primer hijo. Lo envolvió en tiras de tela y lo puso en un pesebre porque la posada no tenía más habitaciones disponibles.