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Referencias Cruzadas
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Levítico 23:3

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Tienen seis días para trabajar, pero el séptimo día es un sábado de completo descanso, un día sagrado de reunión. No trabajarán. Es el Sábado del Señor en todos los lugares donde vivas.

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17 Referencias Cruzadas  

Moisés respondió: “Estas son las instrucciones del Señor: ‘Mañana es un día especial de descanso, un sábado santo para honrar al Señor. Así que horneen lo que quieran, y hiervan lo que quieran. Luego aparten lo que quede y guárdenlo hasta la mañana’”.

Debes entender que el Señor te ha dado el sábado, así que el sexto día te dará comida para dos días. El séptimo día, todos tienen que quedarse donde están, y nadie tiene que salir”

Así que el pueblo no hizo ningún trabajo en el séptimo día.

“Tendrán seis días para hacer su trabajo, pero el séptimo día deben dejar de trabajar, para que su buey y su asno puedan descansar, y las familias de sus esclavos puedan recuperar el aliento, así como los extranjeros que viven entre ustedes.

Trabajarás durante seis días, pero descansarás el séptimo día. Incluso durante el tiempo de la siembra y la cosecha descansarás.

Bienaventurados todos los que hacen esto: los que la cumplen, los que observan el sábado sin violarlo y los que no hacen nada malo.

En cuanto a los extranjeros que se han consagrado al Señor, que lo adoran, que aman al Señor y que son sus servidores, todos los que observan el sábado sin violarlo y que cumplen mi acuerdo,

Si se aseguran de no quebrantar el sábado haciendo lo que les place en mi día sagrado, si dicen que el sábado les produce placer y que el día del Señor debe ser honrado, y si lo honran dejando de lado sus propias costumbres, no haciendo lo que les place y evitando las charlas cotidianas,

“Muestra respeto por tu madre y tu padre y guarda mis sábados. Yo soy el Señor tu Dios.

Sin embargo, el líder de la sinagoga estaba molesto porque Jesús había sanado en sábado. Entonces dijo a la multitud: “Hay seis días para trabajar. Vengan para ser sanados en esos días, no el sábado”.

Luego regresaron y prepararon especias y ungüentos. Pero el sábado descansaron, guardando el mandamiento.

Porque la Ley de Moisés ya ha sido enseñada en cada ciudad por mucho tiempo, pues es leída en las sinagogas cada sábado”.

Fui lleno del Espíritu en el día del Señor, y escuché una voz fuerte detrás de mí, que sonaba como una trompeta.




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