Así que permanezcan firmes en el Señor, mis queridos amigos, pues ustedes son muy importantes para mí, y me hacen muy feliz. ¡Ustedes son mi corona! ¡En verdad los amo y anhelo verlos!
Sigan a sus líderes, y hagan lo que ellos les piden, porque ellos cuidan de ustedes y darán cuenta. Actúen de tal manera que ellos puedan hacerlo con alegría, y no con tristeza, pues eso no sería bueno para ustedes.
Si alguno de ustedes vive cómodamente en este mundo, y ve a su hermano o hermana en Cristo padeciendo necesidad, pero no tiene compasión, ¿cómo podemos decir que el amor vive en ustedes?