Abrán recuperó todo lo que ellos habían tomado, incluyendo a Lot y sus posesiones, y además trajo consigo a las mujeres y a otras personas que habían sido capturadas.
Entonces David le preguntó al Señor: “¿Debo perseguir a estos asaltantes? ¿Los alcanzaré?” “Sí, persíguelos”, contestó el Señor, “porque definitivamente los alcanzarás y rescatarás a los prisioneros”.