Todo fue contabilizado: todos los adultos y niños, así como todo el botín que los amalecitas habían tomado. David recuperó todo.
Has bendecido todo lo que hace. ¡Sus rebaños y manadas han aumentado tanto que llenan toda la tierra!
y le dijeron: “Nosotros, tus siervos, hemos comprobado las tropas que mandamos y no falta ni un solo hombre.
Busquen su reino en primer lugar, y su senda de justicia, y todo se les dará.
También recuperó todos los rebaños y manadas. Sus hombres los llevaron por delante del resto del ganado, gritando: “¡Este es el botín de David!”.
Entonces David le preguntó al Señor: “¿Debo perseguir a estos asaltantes? ¿Los alcanzaré?” “Sí, persíguelos”, contestó el Señor, “porque definitivamente los alcanzarás y rescatarás a los prisioneros”.