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Mateo 18:31 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

31 Observando eso, sus compañeros se entristecieron demasiado y fueron donde el rey a contarle lo sucedido.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 »Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Viendo pues lo ocurrido, sus consiervos se entristecieron mucho, y fueron a referir a su señor todo lo sucedido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Al ver, pues, sus compañeros lo que había sucedido, se disgustaron mucho y fueron a contárselo todo a su señor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y cuando sus consiervos vieron lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, dijeron a su señor todo lo que había pasado.

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Mateo 18:31
16 Tagairtí Cros  

El rey quedó muy triste con la petición, pero debido al juramento y a los testigos que estaban a la mesa, ordenó que la cabeza de Juan fuese entregada a ella,


Cuando aquel empleado salió de la presencia de su rey, encontró a un compañero que le debía cien denarios, y lo agarró y casi lo ahogaba, diciéndole: – Págame lo que me debes.


Pero él no quiso conceder un tiempo de plazo, sino que lo echó a la cárcel hasta que le pagara todo.


Entonces, el rey llamó a ese empleado y le dijo: – ¡Eres una mala persona!, toda tu deuda te la perdoné porque me lo suplicaste.


Entonces Jesús miró alrededor con indignación por causa de la religiosidad y la dureza del corazón de esta gente y le dijo al hombre: – Extiende tu mano; él la extendió y la mano quedó sana.


Cuando regresó el empleado y reportó todo a su jefe, el anfitrión de la fiesta se enojó mucho y le dio nuevas instrucciones: “Anda a los parques y a las calles de la ciudad, y trae a los pobres, discapacitados, lisiados, y ciegos”.


Cuando estuvo cerca de Jerusalén, vio la ciudad y lloró por ella,


Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.


Me da vergüenza decirlo, pero nosotros no nos atrevimos a tratarlos así porque fuimos demasiado débiles. Pero ya que otros se atreven a presumir, yo también lo voy a hacer, aunque me parezca una tontería.


Obedezcan a sus líderes y respeten su autoridad, porque ellos son responsables de ustedes y por eso siempre están pendientes de protegerlos; háganles caso para que ellos realicen su trabajo con alegría y de buena gana; ustedes no sacan nada con hacerles la vida imposible a ellos.


Preocúpense continuamente por los que están en la cárcel y tengan empatía por los maltratados y víctimas de abusos; piensen y trátenlos como les gustaría que les trataran a ustedes si estuvieran en la misma situación.


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