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Lucas 6:6 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

6 Otro sábado, Jesús vino y entró en la sinagoga a enseñar; allí había un hombre con la mano derecha paralizada.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Otro día de descanso, un hombre que tenía la mano derecha deforme estaba en la sinagoga mientras Jesús enseñaba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Otro sábado Jesús había entrado en la sinagoga y enseñaba. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 En otro sábado, que entró° en la sinagoga para enseñar, aconteció que estaba allí un hombre cuya mano° derecha estaba contraída.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y había allí un hombre cuya mano derecha estaba seca.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y aconteció también en otro sábado, que Él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.

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Lucas 6:6
14 Tagairtí Cros  

Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas de los judíos, predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo tipo de mal en las personas.


Un sábado Jesús estaba enseñando en una sinagoga;


Jesús les preguntó a los maestros de la ley y fariseos: – ¿Es permitido sanar en el sábado, o no?


Fue a Nazaret, donde había sido criado, y cumpliendo su tradición, en el sábado entró en la sinagoga y se levantó para leer las Escrituras Sagradas;


Jesús descendió a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y enseñaba al pueblo los sábados.


Un día sábado, Jesús caminaba por los campos, y se dio cuenta que los discípulos arrancaban las espigas y las desgranaban con sus manos para comer.


Y continuó diciendo: – El Hijo del Hombre es Señor del sábado.


Alrededor de la piscina había una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos,


Algunos de los fariseos decían: – Este hombre no procede de Dios, pues quebranta el sábado; en cambio, otros fariseos decían: – ¿Cómo puede un pecador hacer tales señales? Había división entre los propios fariseos.


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