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Lucas 10:37 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

37 Él contestó: – El que tuvo misericordia de él y lo ayudó. Entonces Jesús le dijo: – Ve y haz tú lo mismo.

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Biblia Reina Valera 1960

37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 El hombre contestó: —El que mostró compasión. Entonces Jesús le dijo: —Así es, ahora ve y haz lo mismo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 El maestro de la Ley contestó: 'El que se mostró compasivo con él. Y Jesús le dijo: 'Vete y haz tú lo mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Y él dijo: El que hizo la misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 El doctor de la ley respondió: 'El que se compadeció de él'. Díjole entonces Jesús: 'Pues anda, y haz tú lo mismo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

37 Y él dijo: El que mostró con él misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

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Lucas 10:37
18 Tagairtí Cros  

así como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y entregar su vida para rescatar a muchos.


¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, ya que diezman de todo lo que producen, mantienen los registros contables de manera tan minuciosa y dejan de cumplir lo más importante de la ley, la justicia, que es dignificar al otro, la misericordia y la fe; esto es importante que lo hagan, sin dejar de hacer lo otro.


Luego de contarle la historia, Jesús preguntó al experto de la ley: – A ver, dime, de los tres hombres que pasaron por el camino, ¿cuál fue el prójimo del que fue asaltado y estaba casi muerto?


Mientras seguían camino a Jerusalén, Jesús entró en un pueblo y una mujer llamada Marta lo acogió en su casa.


Porque ustedes conocen la gracia salvífica de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se empobreció por causa de nosotros, para que por medio de su pobreza, ustedes se hicieran ricos.


y caminen en el amor sacrificial, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo en beneficio de nosotros, como ofrenda y sacrificio para Dios, como un olor agradable.


Para esto fueron llamados, pues también Cristo padeció y sufrió por ustedes, esto es un ejemplo que el mismo Dios en Cristo nos dejó para que sigamos sus huellas;


y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito que resucitó de entre los muertos, el que gobierna sobre los reyes del mundo. Cristo nos ama sacrificialmente y con su sangre nos liberó de nuestros pecados,


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