Juan 6:15 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

¹⁵ Sabiendo Jesús que iban a venir a apoderarse de Él, para hacerlo rey, se retiró de nuevo solo a la montaña.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁵ Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵ Cuando Jesús vio que estaban dispuestos a hacerlo rey a la fuerza, se escabulló hacia las colinas él solo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵ Jesús se dio cuenta de que iban a tomarlo por la fuerza para proclamarlo rey, y nuevamente huyó al monte él solo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵ Pero Jesús percibiendo que estaban° dispuestos a tomarlo y llevárselo por la fuerza para hacerlo rey, volvió a retirarse al monte Él solo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵ Entonces Jesús, conociendo que pretendían llevárselo a la fuerza para proclamarlo rey, se retiró de nuevo al monte él solo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁵ Y percibiendo Jesús que habían de venir para tomarle por fuerza y hacerle rey, volvió a retirarse al monte Él solo.

Juan 6:15 Tagairtí Cros

Mateo 5:1

Al ver Jesús a la multitud subió a la montaña y se sentó, luego se acercaron sus discípulos.

Marcos 11:9

Tanto los que iban adelante, como los que les seguían, gritaban: – ¡Hosanna!; ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!;

Lucas 19:38

diciendo: – ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!. ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!

Juan 18:36

Jesús alegó: – Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuese entregado a los judíos; pero mi reino realmente no es de este mundo.

Juan 5:41

No me interesa recibir gloria de parte de la humanidad;

Juan 6:22

Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar sabía que había una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que solo los discípulos entraron en la barca.

Juan 6:3

Jesús subió a la montaña, y se sentó con sus discípulos.

Hebreos 4:13

No hay nada ni nadie que se pueda esconder de la palabra de Dios; todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; es a Él a quien tendremos que rendirle cuentas de nuestra vida.