Juan 11:40 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

⁴⁰ Respondió Jesús: – ¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?

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Biblia Reina Valera 1960

⁴⁰ Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁰ Jesús respondió: —¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁰ Jesús le respondió: '¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁰ Jesús le dice: ¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁰ Jesús le responde: '¿No te dije que, si crees, verás la gloria de Dios?'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴⁰ Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

Juan 11:40 Tagairtí Cros

Mateo 17:20

Jesús les respondió: – Porque la fe de ustedes es pequeña, pero les digo que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, le dirían a esta montaña muévete de aquí para allá, y se movería, y nada sería imposible para ustedes.

Marcos 9:23

Jesús respondió: – ¿Que si puedo? Claro que puedo. ¿Tú lo puedes creer? Todo es posible al que cree.

Juan 1:14

Y la Palabra de vida se encarnó y plantó su tabernáculo en nosotros, y hemos contemplado su gloria, la gloria del Unigénito que procede del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan 11:4

Escuchando Jesús al mensajero dijo: – Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, con el propósito de que sea glorificado el Hijo de Dios a través de esta enfermedad.

Juan 12:41

Estas cosas dijo Isaías cuando vio la gloria de Dios, y testificó acerca de Él.

Juan 9:3

Jesús respondió: – Ni este, ni sus padres pecaron, sino que la misión y la tarea de Dios se manifestará, para dignificarlo y darle salvación.

Romanos 6:4

Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con Él; pero así como Cristo fue resucitado de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros, nacemos para una vida totalmente diferente, por eso, andemos en novedad de vida.

2 Corintios 3:18

Con la cara descubierta, todos nos quedamos mirando fijamente la gloria del Señor como si fuera en un espejo, y así somos transformados a su imagen de gloria en gloria; esta transformación se da a través de la acción del Señor, es decir, del Espíritu.

2 Corintios 4:6

El mismo Dios que dijo: “Que brille la luz en la oscuridad”, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo.