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Hechos 23:9 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

9 Se armó entonces un gran alboroto, en el que todos gritaban; y algunos maestros de la ley, que eran fariseos, se enojaron y dijeron: – No creemos que este hombre sea culpable de nada. ¿Acaso no podría haberle hablado un espíritu o un ángel?

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Así que hubo un gran alboroto. Algunos de los maestros de la ley religiosa que eran fariseos se levantaron de un salto y comenzaron a discutir enérgicamente. «Nosotros no encontramos nada malo en él —gritaban—. Tal vez algún espíritu o ángel le habló».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Se armó, pues, un enorme griterío. Algunos maestros de la Ley que eran del partido de los fariseos se pusieron en Pie, afirmando: 'Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. Tal vez le haya hablado un espíritu o un ángel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Se produjo entonces un griterío enorme. Se levantaron algunos de los escribas de la secta de los fariseos y protestaban violentamente, diciendo: No hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le ha hablado° un espíritu o un ángel?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Se alzó, pues, un griterío inmenso. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y declararon con firmeza: 'No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado un espíritu o un ángel?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y se levantó un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no peleemos contra Dios.

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Hechos 23:9
23 Tagairtí Cros  

Los maestros de la ley, que eran de los fariseos, al observarlo comiendo con los pecadores y con los recaudadores de impuestos, dijeron a sus discípulos: – ¿Por qué Jesús come con los cobradores de impuestos y pecadores?


Pilatos por tercera vez les dijo: – ¿Qué delito cometió este hombre? No encuentro ningún motivo para ejecutarlo, mejor lo azotaré y después lo soltaré.


Y Pilatos le dijo a los principales sacerdotes y a las personas presentes: – No encuentro ningún delito en este hombre.


Los maestros de la ley y los fariseos criticaban a los discípulos de Jesús diciendo: – ¿Por qué comen y beben con los cobradores de impuestos y pecadores?


Entonces la gente que estaba allí, escuchó la voz, y decía: – Fue un trueno. Otros decían: – Un ángel le ha hablado.


Si Dios les dio a ellos el mismo don de la salvación que nos dio a nosotros cuando creímos en el Señor Jesucristo, entonces, ¿quién soy yo para oponerme al poderoso Dios?


Pero en el camino sucedió algo extraordinario, cuando ya estaba cerca de Damasco, por vuelta de mediodía, de repente, desde el cielo me llegó una luz muy brillante que me envolvió;


caí al suelo, y escuché una voz que me decía: – “¡Saulo! ¡Saulo! ¿Por qué me persigues?”


Esta fue la información que obtuve: los judíos lo acusan por diferencias religiosas entre ellos, pero ningún cargo justificaba la pena de muerte ni el encarcelamiento.


Por qué los saduceos no creen ni en la resurrección ni en ángeles ni en el espíritu; en cambio, los fariseos creen en todo esto.


Pero he llegado a la conclusión de que él no ha hecho nada tan grave que merezca la muerte, y como apeló al emperador, he decidido enviarlo a Roma.


al retirarse decían entre sí: – Este hombre no ha hecho nada que merezca la cárcel; mucho menos la muerte.


Anoche Dios, a quien pertenezco y sirvo, envió un ángel


Pero si es de Dios, ustedes no podrán destruirlos y se encontrarán luchando contra Dios. El sanedrín le hizo caso a Gamaliel.


Saulo cayó en tierra y escuchó una voz que decía: – ¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?


¡El Señor no soporta la ambigüedad! Cristo nos quiere unidos a Él por completo.


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